El Juzgado de Instrucción número 36 ha acordado finalmente la puesta en libertad sin ninguna medida cautelar de Ángel Hernández, a quien las autoridades arrestaron el pasado jueves tras suministrar un medicamento que ayudaría a morir a su mujer con esclerosis múltiple en fase terminal.
La magistrada ha puesto a Hernández en la obligación de acudir al Juzgado tantas veces cuanto sea requerido en el transcurso de la investigación judicial, imputado inicialmente por la comisión de un delito de cooperación al suicidio.
Tras su puesta en libertad, el hombre dio las gracias a los medios de comunicación por la difusión del caso: «Ha sido por vosotros, todo esto se ha adelantado por vosotros». Agregó además que declaró que fue él quien le suministró el medicamento.
«A mí ya no me va a llegar la eutanasia; que sea para los demás», asegura que le dijo la mujer antes de fallecer, afirmando que esto, además de ser por su mujer, es por el resto de personas que se encuentran luchando por que se legalice la eutanasia. «Yo no sé si seré el referente. A mí lo que me importa ahora es que vosotros os dediquéis sobretodo a la gente que tiene este problema», dijo a los periodistas Hernández.
También aseguró que «todo lo que iban a hacer» él y su mujer «venía de lejos», aunque en «estos cuatro últimos meses ha sido cuando se hizo definitivo. Pero lo pedía constantemente (fallecer)».
