Alexandria Ocasio-Cortez era una de las candidatas más ilusionantes y progresistas del partido demócrata de Estados Unidos. Latina, del Bronx, de familia obrera, y camarera hasta el año pasado, la demócrata sorprendió en verano al vencer en las primarias a Joe Crowley, un peso pesado en su partido.
Anoche, en las elecciones de mitad de legislatura, arrasó en el distrito 14 de Nueva York con un 78% de los votos, convirtiéndose a sus 29 años en la congresista más joven de la historia.
Y lo ha conseguido sin aceptar dinero de empresas, y con un fuerte discurso de clase.
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El mensaje y la figura de Ocasio-Cortez ha calado en los votantes más desfavorecidos y los más jóvenes, con los que ha sabido conectar mejor que nadie.
